martes, 28 de diciembre de 2010

Escúchame, Cariño de Luz Sideral...

En suma me halagan tus palabras, tus atenciones virtuales y dulzuras, pareciéndome por momentos cosas tan puras, auroras de luz haciendo emerger los nuevos cielos...
Me parece arrobada por tan resplandecientes espacios, sentir tus pasos llegando de los ocasos o de horizontes que no contemplan caminos ni cosa alguna que se le parezca como para que algo similar se suceda en un tiempo y sendero que no a sido cultivado sino por todo aquello que es ilusión de millones de chispas de silencios....
Conozco de suerte mía el nacimiento o inicio de ésta paradoja que es un juego de hiriente duelo, porque sin anhelarlo el destino tomo a su antojo, un corazón al rojo vivo, más he tomado tal cáliz con humilde voluntad del cielo y lo he depositado a los pies del Cristo santo y por momentos me ha parecido contemplar en su Divino Rostro, mirarme con regocijo el Hacedor del Todo, sintiendo fluir en mi ser por entero, las glorias que jamás he conocido y sin embargo siento en dulce sensación de un perdón que se lleva aquello, que de súbito se torna en un afecto alejado del común deseo del mortal para revestirse en excelsa forma de un sentimiento angelical...
Porque no puedo traicionar la verdad, por ello no te puedo amar ni mucho menos lastimar o destruir, un juramento de amor que se guarda en un altar, como se protege y se cuida sólo aquello que es en nuestra vida nuestro tesoro mayor...
Que envidia, pero de la buena saber, que en éste mundo tan lleno de laberintos y sucesos de trémulas incidencias, tienes a tú lado toda la belleza de la tierra, tú sueño logrado, tú ideal encarnado, que recibes a diario vergeles y mieles, sonatas y rosas, motivos y alientos reales para caer a tierra y glorificar el nombre de Aquel, que mirándote con tanta benevolencia un edén sobre la tierra te plantó con exquisitos días desde el amanecer hasta el anochecer...
Escúchame cariño sideral, bendito tú enlace, tú arrumaco, tú excepción que jamás me convencerá del todo, que sea el señor que mil ocupaciones tiene, pero que mucha risa me da enmedio de todo éste singular coloquio imaginar, que carita pondría de llegarse a enterar de ésta travesura tal que con tal osadía experimentáis...
Me imagino cariño de luz sideral, que tal vez te despediría con la velocidad del rayo, pero en base a tú innegable talento, pienso que también probablemente le mostrarías iniciativas o logros que te valdrían tú salvación, pues siendo el ciber un medio universal, el prodigioso talento de tú señor indudablemente que le encontraría la parte noble, sana y graciosa a ésta rara por demás amistad, que bien puede ser crucigramas, desdoblamientos virtuales o simplemente un relax mental...
Visto desde ésta manera, ambos a la par amor sideral, cariño efímero y de luz cibernética, Ninguno de los Dos Podemos ser Reales más sí el Producto Espectacular, de una máquina computadora, por demás, Altamente Especial y cada vez más....
Besos viento mio, soledad eterna, palabra que es un susurro si denota o envía Amor, de un Espejismo que nada dice al claro Sol del Mundo Real...
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Martes 28 de Diciembre del 2010

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