sábado, 19 de febrero de 2011

ENTERNECEDORES DILEMAS.-

Yo siempre he sido amante de las aves o de todo aquello que es hermoso y posee alitas, por ello en casa al existir tres bellos y dulces niditos de aves diversas, espontáneamente los observo sin mayor interés de ninguna especie que no sea sus bienestares constantes.-Aunque en varías ocasiones me he quedado con ellos siendo muy pequeñitos, por excepciones especiales y cuyas señales, he aprendido a reconocer, con pasadas y dolorosas experiencias sobre los mismos, regularmente lucho porque los padre los conserven.Por ejemplo, hará cosa de un año y meses, durante unos tres días o cuatro tal vez, en una ocasión tres maravillosos pajaruelillos entre las edades de dos a tres semanas, máximo, la dieron en que cada vez que salía a tender mi ropa, a recogerla, a lavar el patio o a equis labor, ellos en dulces trinos me llamaban la atención a grado tal, que yo creía que eran en suma altamente juguetones, por lo que al acercarme a verlos, solo los colmaba de arrobadoras caricias sin más.- Sin embargo, ellos no me pedían en sus emotivos y candorosos trinos, ningún tipo de mimos, sino alimento, pues tenían mucha hambre, comprendiéndolo tardíamente, tres o cuatro días después de sus muchos festejos cada vez que descubrían mi presencia en el patio, pues dolorosamente los encontré, llenos de sus propias popitas, tierra y palitos clavados en sus piquitos, ante la desesperación de la terrible hambruna que nunca les comprendí, creyendo que tenían padres por algunas aves volar cerca de ellos. Otros más, los he encontrado muertos y colgando de sus niditos, al pegárseles alguna de sus patitas en los aderezos de que se componen sus singulares niditos.- Y precisamente eso, descubrí hoy muy de mañana, que el pequeño pajarillo que queda en el nido de una nidada de tres, no puede emprender el vuelo porque tiene una patita muy enredada o pegada. Solo que no puedo hacer nada porque esta en una antena, bastante movible y a los cuatro vientos. Sintiendo que tal vez no sobreviva si no pone demasiada voluntad en hacerlo o le ayudan sus padres, que regularmente no saben como auxiliar, extrañamente, a sus pequeños en éste hecho que puede ser para sus críos, verdaderamente mortal. Aunque claro, haciendo un oasis en mi tiempo, lo estaré observando, pues un pajarillo de casi tres semanas, es natural que ya vuele y comience a sentirse desesperado al descubrirse atado.- Le pido al Papa Dios, ayude a la tierna avecilla para que emprenda su destino, sobre los azules cielos, los campos y todos aquellos mágicos lugares que le esperan con amorosas y soberanas tertulias de amor eterno.- Magnificente estrella que da gloria a Dios y regocijo a los hombres que ven en las aves, sus propias he ideales libertades.-
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Sábado 19 de Febrero del 2011

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