UNA FUERZA SUPERIOR, INTERIOR...MI DESTINO.-

En ventura cierta expreso, llegó mi hora porque así lo siento, las alas de mi destino se agitan vigorosamente, puedo visualizar con excepcional claridad los horizontes, contemplando con antelación en gozo sumo, la ascensión maravillosa de mis letras tan queridas para dejarse caer como lluvia de oro, en sublime y divinal algarabía, sobre todos los hombres sin edades. Sé y conozco a ciencia cierta, que tendré en breve que enfrentarme, al dragón de las espeluznantes cabezas, conocidas en la vida de todos los mortales, como los miedos a los retos que indudablemente de una u otra forma todos enfrentamos cuando nos encaminamos en pos de aquello que soñamos y cuya luz y hechizo nos arroba, llamándonos imperioso por la adquisición de la corona nuestra.- Corona que no es otra cosa, que la sobrehumana lucha u obstáculo que se tiene que vencer para una vez los senderos allanados, construir en lo alto de la cima, esa existencia con tanto afán esperada, como espera el desdichado que ya desesperado, se lanza en fiera lucha por conquistar o morir las grandezas de la luna, las batallas de la tierra y las ciencias en sortilegio que ostentarán en seráfico revuelo, la inmortalidad del hombre y de lo que es capaz cuando se propone los universos conquistar, al poder en la certeza de todo pensamiento.- Las letras son mis hijas, joyas preciosas que amo tanto, destellos de luminosas eras, que me han robado con encanto dulce y embriagador, muchas miles de horas que entregué con verdadero amor, por tal que nunca se esfumen ni dejen de ser, luceros de todos los tiempos, corazones eternos o soles de réquiems para los seres de eternas primaveras. Por eso he decidido como nunca, hacer resonar mi voz como la del ángel del fin del mundo, pero en mi pequeñez de hija de los hombres, para concluir por siempre, primero Dios, con una etapa de maldad gratuita conocida como envidia, sin desear jamás, castigo para nadie, sino que al romper el silencio en mis enemigos gratuitos y agotada toda paciencia en mi lacerado destino, pido paz, respeto y un espacio, para poder sobrevolar los mundos sin detenerme nunca más.- Visualizando que en el perdón, con antelación, los cielos se abren hacia la inmortalidad y el culpable o no, sólo es un acto correspondiente al ser Supremo, al Perfecto, a Dios, porque siendo de barro ingrato, juicio no puedo emprender, pero si mi palabra es cierta, por sí sola sin mayor esfuerzo, la virtud que encierra la verdad perenne, ya decidirá, si hay castigo.Por hoy soy feliz y por el siempre, pues estoy decidida en forma determinante a que hable aquel que tanto a dicho para huir y dejar la carga sobre los hombros, secuelas y habladurías que cual lazos esclavizantes al atacar la delicada honra, hiciera sucumbir sin un sólo vestigio de vencido, a su inocente enemigo que fuera cubierto constantemente por la poderosa luz en destello de sus magnificentes notas o letras en sumo prodigiosas, para descubrir en singulares actos, la Mano de Dios piadosa sobre su humilde sino, traduciendo su vida totalmente, caramba, ya en otra cosa o dimensión de los mundos fabulosa...Pues no existe mayor cosa, ventura y dicha innegable, que amarrar los caballos pasionales con los frenos urgentes y exigibles para recibir en la vida y en la muerte, sobrenaturales dones por los que la vida consta, como el elixir bendito de la Divina Historia, alma, corazón y ser, el alma para inspirarme, el corazón para amar tal ideal y el ser, para recibir y entregar, al devoto de una ilusión sin par...Benditos, benditos todos aquellos, que aman en forma incondicional, porque hacen surgir, todo lo excepcional...

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Sábado 26 de Febrero del 2011