martes, 1 de febrero de 2011

MI PRÍNCIPE AZUL....

Mi Príncipe Azul es una estrella de destacada luz sobre los firmamentos, sueño de gozo cierto que se cristaliza en mis más dulces acentos...Te quiero negarlo no puedo, con la sencillez del ave que se posa sobre la maravilla de los universos, apareciendo en ella todo poseerlo en bálsamo de esencia innegable y atrayendo en cada vuelo sobre el matizado cielo, bendiciones que caen sobre los hombres a través de sus cantos y presencias y ese su diáfano y placido vuelo...Mi Príncipe Azul es un lucero viajero constante y atraído por múltiples y elevadas tareas que convierten su mortal apariencia en un ser de singulares atractivos, por ese su brillo que en suma se asemeja, a toda gloria con que se ha nacido...Yo lo contemplo arrobada, eterna enamorada de su cálido hechizo cual astro precioso en su talento, aurora que ilumina toda estancia y origina mantos de jardines que le adoran...Mi Príncipe Azul ya tiene dueña, es el obsequio justo de la vida, poseer en gracia divina, el amor que todo mortal anhela, juventud, belleza y cualidades en su entrañable amada, que lo hacen ser más grande y conquistar nuevos mañanas sobre horizontes de renovados crepúsculos que conllevan la dicha perenne de haber descubierto a edad temprana, las llaves del mundo en ascendentes victorias a pulso obtenidas...Por ello y por voluntad del cielo, mi Príncipe Azul, es y será la más radiante estrella, la que aún enmedio de millones nuevas, sabré con certeza y sin temor a errar, cual es entre todas ellas, mirando en mi ensueño de un amor ajeno, llegar hasta mi la magna constelación sideral, para al quererla abrigar al par de mi corazón, las sabias fuerzas superiores, traducirmela en una pompa de ilusión eterna...Porque siendo el amor sagrado, no se puede beber en tal copa, el elixir de una felicidad que sellada bajo un juramento divino, esta resguardada por siete arcángeles que poseen el celo del fuego, siendo capaz el tal sortilegio, en convertir en mísero polvo, al que se atreva en sacrilegio imperdonable, beber unas mieles, que son para Dos, jamás para Tres...Mi Príncipe Azul, es una quimera, es un beso de sensaciones sinceras, un abrazo que nos entrega la vida, un susurro que nos traen las palomas y en ocasiones, ante tales señales existenciales, el preludio veraz, de una profecía real,pero nuestra sin pensar jamás, en llegar a dañar para no llegar nosotros tampoco nunca a sufrir, del arrebato de aquello, que se nos entregó ante Dios y todo un pueblo...Pues lo mismo que hagamos nosotros quedamos expuestos a recibir en cualquier momento y sólo deseo con el alma en genuina petición, que siempre nuestras acciones sean o estén colmadas de eminentes hechos para que en todo momento de nuestras vidas, nos sorprenda gratamente el afable deleite de pasar de ésta vida en dichas continuas, a las del paraíso prometido por un Dios, que pecado es pensar, siquiera, en una duda sobre su Divina Autoridad Fidedigna...Mi Príncipe Azul, es una estrella, cuyo amor aunque fantasía, tal vez como mi propio existir, es sólo mía...
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Martes 1 de Febrero del 2011

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