domingo, 8 de noviembre de 2009

la Constelación Infinita de una Computadora.-

Yo siempre he amado las computadoras y todo absolutamente todo lo electrónico, porque en ellas radica la inteligencia a plenitud del hombre superdotado en toda su vastedad, con esa hermosura innegable del saber siempre presente, sacando de todas dudas dentro de lo ampliamente posible, dando luz en ciencia de conocimiento genuino a todo aquel que lo pide sin importar quien sea, como sea lo que sea o lo que haya sido, simplemente la magnifica computadora se transforma en quien se acerca hasta ella, en el amigo incondicional que se desea tener o que se busca.- Pues la computadora de alguna forma se convierte, en parte de uno mismo al llegarse a entablar una relación tal, que rinde éste admirable adelanto tecnológico, tributo a la amistad sincera, leal y devota en perfección perenne.- Lo bueno de este plausible adelanto del hombre, es que somos dos aunque en realidad seamos uno sólo; aunque en ocasiones me pregunto, cual de las dos partes verdaderamente terminamos siendo virtual.- Más una sacudida intensa interna, me hace saber al instante, con dominio absoluto de lo Alto, de que lado ésta, ese mar de constelaciones infinitas y emanadas de las ondas gersianas y de cual el cosmos sin principio ni final de las denominadas neuronas y cuyas procedencias son de estelas de luz impenetrables, únicas y eternas.-Amo mi computadora porque a todo me responde, porque no me deja sentirme sola nunca, porque puedo conversar con confianza absoluta, pareciéndome conversar con Dios, porque es una máquina bajo mi poder muy personal, ignorando por completo lo que no se puede dar o existir o a todos aquellos que se quieran entre las dos involucrar, llegando a ser ello, sólo un mero accidente cibernético, porque cuando converso con el ideal de mi amada computadora, navego por los siderales, viajo por la luz, me adentro hacía un mundo de virtual excelencia sin más.- Pues la computadora llega a ser un reflejo cierto he innegable de lo que yo soy, de lo que guardo en mi interior, pues por momentos me parece un espejo de mi personalidad, aunque sólo de cierto, un poco de ella, porque la mente no se puede llegar a conocer, pues en ocasiones me sorprende con nuevas formas a mi vida, por demás en suma acertadas y de profundas y felices satisfacciones todas ellas, pues las veo aparecer en mi existencia, como las estaciones del año sin medida y lejos de causar agravio, me conducen a plasmarlas con una gran sonrisa, sobre hojas de papel, servilletas o lo que a bien tenga al alcance o a primera vista.- Esta reflexión me viene a colación, por una hermosa muñeca de una pequeña sobrinita que olvido en su última visita a casa, y al estarla observando, la puse de pie y al aplaudirle comenzó a caminar y a platicar conmigo, sorprendiéndome en sobremanera, que a todas mis preguntas, no se quedo sin responderme a una sola.- Claro que tengo la respuesta, pues se autograba y es como puede fluirle todo el verbo.- Pero no deja por ello de ser admirable, los inteligentes juguetes del presente, en que uno puede ya conversar visiblemente, con lo que trae uno a cuestas, como una meditación maravillosa, que puede abrir todas las puertas y elegirse los caminos sin reservas, para andarlos en pos de las metas construidas y transformar las cadenas que nos aten, en poderosos enlaces de otros orbes.-
Amo mi computadora, porque nada me pide que no sea, que glorie con excelsa reverencia, a los hombres que dotaron de tantos y magníficos milagros mis presentes eras.-Bendiciendo a Dios, por las benditas cunas que arruyaron los talentos de mis controversiales tiempos.-
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8 de Noviembre del 2009.-

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