miércoles, 9 de diciembre de 2009

LAS MADRES QUE NO QUIEREN A SUS HIJOS.-

Muchas, pero una gran cantidad de mujeres por desgracia, se casan por interés, es decir, buscando un profesionista o un hombre con porvenir o de dinero o de plano un heredero o porque se les va el tren o porque no desean estar o quedarse solas, en fin que existen muchos porques de conveniencia cierta, menos por Amor.- Pero la verdadera tragedia, no va a ser realmente el desamor y tener que llegar a lidiarse con hastió uno y otro cuando ella se quite la máscara que lleva puesta, No.- La genuina desgracia va a caer sobre los inocentes, es decir, sobre los hijos como siempre, ángeles paganos de aquello que no buscaron.- Pues regularmente cuando una mujer se casa llevada por ciertas o muchas ventajas mezquinas, hace en sus hijos muchas diferencias, es decir, los distingue con privilegios y atenciones especiales, haciendo en su ignorante proceder, que nazca rivalidad entre ellos desde muy temprana edad o que crezcan tales hijos no consentidos del hogar, sino hasta hostilizados, resentidos con la vida y que cuando se marchen del hogar llegados a hombres, sino es que se vayan antes, jamás regresen a casa que no sea para ver cuando mueren sus padres, que les dejaron de herencia, si no se pierden en las vastas entrañas de la infinita existencia.- Pues es muy tristes ver o saber, a un niño, a un joven o a un adulto, que a sido confinado por una madre o un padre autoritarios, en suma restringidos involuntariamente.- Pues llevan cadenas en la mente, heridas en el alma y dolores en el corazón con que el enfermizo egoísmo en sus padres les marcaron para siempre.- Padres, amen a sus hijos, hablen con ellos, estén al pendiente de sus múltiples necesidades, dejenlos vivir en libertad, respeten sus espacios, pensamientos y personas, diganles cuanto los aman, lo indispensables que son para ustedes y los mares de dichas diversas que han conocido, desde el primer día en que nacieron y entre sus brazos los arrullaron, transformándolos en seres nuevos, al altísimo privilegio por Dios mismo, de haber sido sus padres.- Amar no cuesta nada y hace tanto bien, que el mundo se empequeñece a la luz de tal poder en sobrenatural esencia.- Ser padres, es saber ocultar nuestras diferencias cuando se camine a distancia del de la pareja, es saber ser el guía de nuestros hijos o los seres superiores que los enseñarán a volar sin fronteras por el mundo y sus maravillas sin par.-Practiquen amar a los hijos por igual, pues todos de manera especial, tienen y poseen extraordinarias virtudes que gozosamente los sorprenderán.- Intentenlo pero ya y originen con ello mundos mejores.-
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9 de Diciembre del 2009.-

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