SON ANGELES, LOS GRANDES HOMBRES DEL MUNDO.-

Los grande mentes de cualquier índole, músicos, compositores, escritores, inventores, pensadores múltiples, pintores, genios y demás que pueda surgir sobre nuestra maravillosa galaxia, cosmos, tierra, más allá o más acá, siempre y por los siglos serán, la sal de la madre y bendita existencia del linaje humano.- Pues todos ellos traen y han nacido con luz propia y en ella sólo hacen el bien sin medir a quien, pues sus virtudes extraordinarias no tienen ni color, ni lenguaje, ni raza, no distinguen entre nadie por su religión o algún tipo de sello que el hombre en su limitante cautiverio mental, haya puesto en determinado momento para minimizar o poner algún tipo de barreras sin más.- El genio o el gran pensador, es Universal, su familia es el linaje humano en su totalidad, su gran hogar la madre tierra por excelencia y su hábitat, el seno de Dios sin principio ni final, pues sus composiciones, inventos, conquistas o metas logradas a base de mucho y admirable ingenio, no tienen ni conocen fronteras porque absolutamente el todo les pertenece, pues sus muchas y relevantes visualizaciones, son similares a las estrellas, caminan por doquier sin detenerse nunca o como las aves, en libertad eterna, depositando en los senderos vastos y maravillosos de la vida, semillas de amor, armonía y esperanzas de renovadas y constantes dichas sin tiempo, sin horas, sin términos sino de un eterno y mágico florecer o como la lluvia, cristalina y pura, que se entrega a cualquiera, solícita y benefactora, produciendo simplemente grandezas en su haber.- Así los grandes hombres de todos los tiempos, levantan emporios para que se llenen de regocijos las vidas de los hombres sedientos de ascensión, los sabios, muestran al mundo sus conocimientos para elevar toda humanidad doliente y darle a sus existencias un mejor sabor, los grandes compositores y demás, son como los ramilletes de sublimes y fragantes flores que aderezan con espectacularidad toda vida mortal, haciéndola renacer con motivación y genuinos anhelos de recomenzar a través de la excelsa inspiración que adentrada al espíritu del ser humano, esas chispas de inmortalidad tan únicas, cual gotas de seráfico rocío, ya a través de un libro, de una pintura, de una escultura, de una poesía, del caminar por bellos jardines de atavíos singulares y demás, al germinar en el alma del individuo, lo hacen ver y sentir la vida con total y nuevo amanecer, producto y poder, que viene sólo y únicamente de adentrarse la criatura simple, al soplo que a recibido de aquel otro ser, que aunque parezca o se asimile en imagen a un mortal más, en él, en el creador, buscador o visualizador o genio, nada que ver los mundos de alto y desarrollado nivel, con que Dios en su infinita misericordia, haciéndolos nacer sobre ésta bendita tierra, la vida nos la endulzan, nos la elevan y glorifican constantemente, aún sin nada merecer.-. Porque la soberbia del hombre, sólo lo empequeñece y lo hace perder las alas y la grandeza del pensamiento y del trazo del porvenir, al cegarse su corazón y del cual emana, fluviales de o hacía una vida mejor, estropeándolo todo, la avaricia, la codicia y todo aquello que sea mezquino o se arrastre u oculte de la superioridad....Pues lo verdaderamente grande o lo verdaderamente excelso, es lo más pequeño, por haberse creado en la serenidad del universo.- Pues en la semilla, que es diminuta pero sublimemente excelsa y superior, se guarda el todo.-
¿¿¿Oh, que opinas tú, hombre del hoy???
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26 de Diciembre del 2009.-