AMOR, NO TIENES FORMAS.-

Cuando recorro distancias por relax, viene a mi mente muy a menudo tú imagen de toda especie, es decir, encontrándote en el vuelo de una sutil hoja que enamorada del viento, se confunde en sus entrañas y se llena de fulgor al colocarse alas de nube y sol; o te descubro en deleite en el canto de algún ave de maravillosos colores y canto angelical, de tal manera, que me parece la seráfica criatura hecha de pluma y de sueño azul, revestida de algún legendario príncipe, cantando con frenesí, como si necesitara que lo escuche, que lo admire y lo observe, para aparecer tú.- O cuando aparece por los nítidos cielos más que volando planeando dueña y soberana absoluta de los firmamentos la soberbia águila, me parece invitarme a nada temer, por vigilar mis pasos desde su impresionante altura, como extinguiendo las distancias para ella no existir.- Y en ese su poderoso graznido, siento un lazo de salvación de santo, arrobándome con encanto, lo fiero de su mirada, por ser de su carácter, la muestra veraz de su gloria alcanzada.- A pero mi Dios, ni que decir sobre el cloar de la ternura de la ranita, cosita hermosa, de apacibles ojitos, de saltos tan despacitos, que me parece llamarme muy de bajito para que la acompañe hasta el estanque de las aguas milagrosas donde se mecen sortilegios para el que cree en el poder de las hadas, de la lluvia de los vientos y de la aparición de extraordinarios astros que dejan caer sobre la fértil tierra, hechizos que se trocan horas después, en aires embalsamados de jardines del edén y donde al llegar los enamorados, unos quedan convertidos en hombres y mujeres de entre millones elegidos para hacer surgir, vidas de admiración; otras existencias, sólo serán aderezos de los cosmos, de buen vivir en armonía y productividad, pero otros más, tendrán mucho que luchar para hacerse merecedores y el Don poder descubrir, de como renovar sin el mucho batallar, la mágica seducción de un amor en libertad.- Pues lo que se apresa no se ama, pues se aleja de toda verdad.- Pues aún la rana en su salto tan pequeño, puede alcanzar la luna, las estrellas y más allá de lo que se puedan imaginar, al poder de un amor que la conducirá, hasta la estrella ideal y de ahí, a la cristalización en inmortalidad de aquello que tanto amó en sus formas tan pequeñas que nunca nadie notó, pero que una vez en los olimpos, muchos desearán tal humildad que no podrán alcanzar ni mucho menos lograr por no poderla distinguir entre placeres sin sabor, a menos que regresando sus pasos el enigmático mortal, desee comenzar, aunque me pongo a pensar, que me doy el derecho auténtico, de sobre tales ascensos, mmm en mucho dudar a la barbaridad de tanta vanidad y soberbia que atropella sin piedad.- Pues quien recorre el mundo con locuras, derroches y placeres en tropel, no creo que de la noche a la mañana piense en iniciar, aquello que desprecia por parecerle necedad, cuando precisamente esa misma necedad, que es falta total de amor por los cuatro puntos de su ser, es lo que lo aprisiona con dolores de muerte y limitaciones de hechos en vaciedad que no lo dejan en paz.- Pues una cosa enlaza con la otra de continuidad o asciendes o desciendes, la primera son mieles, la segunda son hieles y duelen mucho, necesidad no tengo de exponer como si te veo vestirte y volverlo a hacer sin lograr identidad o mundo, sólo tienes una cosa que hacer, respira de hecho profundo, llenate de afectos universales y entonces y sólo entonces, las imágenes que buscas sólitas vendrán a ti como las semillas amantes que se depositan sobre la tierra para cubrirla enterita de majestuosa belleza, incomparable y preciosa como el deleite en rosa, de un beso que llega a trasplantarse en el corazón del que espera la llegada del próximo y sublime amor.- Lo demás son trivialidades, la elección nadie más que el tejedor de su propio destino la puede llegar a autorizar, resumiendo: O eres o no eres o te quedas o te vas o estar o no estar o desear sin desear...¿¿¿Qué pasó??? Pues los fracasos vienen del mucho titubear, pues el que mucho duda, simplemente no sabe amar por estar enamorada de la quimera más jamás de lo original que guarda de Dios una esencia muy singular, como el Amor bendito de Sara y Abraham, en el libro escrito por un Dios que nos quiere con santa pureza de pasión en eternidad.- Amor, aunque no tengas formas, te adivino entre los juncos, las praderas y montañas y en las suntuosas ciudades, en el magnificente trino de un pajarillo y en cuyo silbido, adivino tus pasos en pos de los míos y si es sólo un ensueño, dichosa yo, que acepté en piedad de mi ángel de la guarda, antes de abandonar la morada de los hombres, una invitación de suave y místico réquiem, para sentirme más que amada adorada.-

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Martes 26 de Enero del 2010