El mundo aunque parezca infinito y difícil de encontrarse o de llegar a saber o enterarse de personas muuuyyy, pero muuuyyy ausentes, vaya que se da, eso que ni que.- Pues como evento de telenovela, me acaba de suceder con una conocida que fuimos como medio amigas, medio cuñadas y como que hubo algo de afecto sincero también.- Pues resulta que hace unos como quince años, uno de mis hermanos lamentablemente enviudó, crítico momento por demás y, por esos mismos días, había conocido a unas cuadras de mi hogar, a una joven muy alegre, quien de inmediato amistó conmigo.- Le gustaba mucho mi comida, mis postres y sobre todo, conversaba mucho con mi señora madre, que en paz descanse.- Recuerdo muy bien, como si fuera ahorita, que llegó mi hermano mostrando en su rostro cierta pena indescifrable; pero de inmediato y a casi un año pasadito de haber perdido a su esposa, sus verdes ojos se cruzaron con los de mi amiga, quien respondió a la simpatía mostrada en mi hermano, con una bella y amplia sonrisa de discreta aceptación cierta.- Pronto mi hermano, le comenzó hacer llegar, preciosas cajas de chocolates, payasitos encantadores, flores y demás cosas propias del amor.- Mi amiga se mostraba feliz, dichosa, hechizada, y hasta llegó a decirme que había sido amor a primera vista, llenándome de innegable felicidad, a grado tal, que la abracé llorando de dicha pura.- Entonces ella, me pidió hablar con mi hermano.- Al comunicarle a mi hermano su petición, tras casi dos meses de cortejarla a distancia y sólo con presentes varios, en suma satisfecho mi hermoso hermano, se hizo presente, mientras en la familia, todos nos congratulábamos por la chica que parecía pronto ir a entrar en casa.- Solo que esa misma noche, se me hizo extraño, que mi amiga no se comunicará conmigo, ni me diera a conocer que cosa había charlado con mi hermano en el bello restaurante al que la había llevado a cenar y escuchar música preciosa y sobre todo, en que habían quedado.- Pues el que llegó al día siguiente muy temprano fue mi hermano, quien un tanto como apenado, incomodo y triste en suma, en forma breve y mostrándonos una leve sonrisa, nos hizo saber que la muchacha a la que pretendía, no sin agradecerme el cooperar para que él fuera feliz, que desgraciadamente él no era la persona que llenaba los requisitos para transformarse en su esposo.- Puntualizando, que todo entre ellos, se había esfumado.-Al invitarlo a almorzar y demás, con dignidad pidió, desear retirarse.-Tras bendecirlo mi madre, se marchó.-Ese día, almorzamos un tanto en silencio, pidiendo a Dios por él.- A casi un mes de éste suceso, encontré a mi amiga nuevamente, venía con dos amigas de ella y con salero mirándome de pies a cabeza y podría decir, hasta con soberbia, me dijo tajantemente, que de mi hermano ni loca jamás se ocuparía, pues que ella de un hombre con familia, ni que estuviera sobrando.- Ante mi dolorosa impotencia y contenido llanto, opté por retirarme al instante; mientras con diplomacia, me despedía de mi amiga y de sus un tanto desconcertadas acompañantes, quienes guardando silencio, no supieron que opinar.- Pero hace cosa de unos ocho días, casualmente me encontré con ésta antigua amiga, quien al descubrirme en la Plaza Galerías, con mi familia, se hizo la que no me vio.- Pero por esas cosas del destino, como una hora después, nos volvimos a topar en la reconocida tienda de ropa "Zara" o por una de éstas, quedando de plano de frente, por lo que no puedo menos que saludarme, mostrando todo un mundo de regocijo soñado.- Al punto me abrazó muy emocionada y tras una breve charla de unos quince minutos, en los que ella mostraba oculto nerviosismo y visible prisa, nos interrumpió un hombre de mediana estatura y cierto atractivo, al cual lo rodeaban o acompañaban, cuatro jóvenes y dos niños de unos trece y nueve añitos.- Mientras el rostro de mi amiga, se encontraba tenso.- Enterándome al momento, que los pequeñitos eran hijos de ambos y que los cuatro grandes, eran de él o de su esposo, un hombre que ella había conocido, divorciado.- Mientras mi amiga, estaba más que descolorida, pálida y terriblemente como a punto de darle un ataque de verdadero "sock".- Al despedirme, ella pudo leer en mis ojos, con evidente claridad, incrédula admiración, confusión por su elección sentimental y por supuesto, una lógica exclamación interna, que en mi rostro ella leía, indudablemente, de ...¡¡¡¡Vaya Sorpresa¡¡¡
Al enterarse mi familia, sólo pudieron decir, que la vida es muy compleja y no la podemos predecir.- O lo que es lo mismo, es mejor nunca decir:"De esa agua no beberé", porque lo más seguro va ser que lleguemos a desear hasta ahogarnos en ella.-
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Jueves 28 de Enero del 2010
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