LA ESENCIA PARA CAMBIAR EL MUNDO.-

Cada uno de nosotros, los que componemos la maravilla de la Tierra entera, seres en verdad vastos en conocimientos y grandezas, únicos en superioridades y celebridades, capaces de lograr cuanto deseemos nacidos sin límites ni espacios dueños y señores de los universos, somo sí, los auténticamente legítimos constructores o arquitectos que podemos cambiar el mundo.- Todo empieza en nuestros interiores, todo se inicia en nuestros espíritus o en nuestras almas, santuarios por demás o centros donde se hospedan y se multiplican nacen o aparecen todas las ciencias y sabidurías que bien cimentadas o alimentadas, harán de la existencia presente y futura inmediata, edenes sobre los cuatro puntos del orbe o hábitat que tanto amamos y que nos servirá como escala inagotable, para alcanzar la cumbre de aquello llamado los siderales.- Os doy los pasos hermanos mios o las poderosas herramientas para los que usarlas quieran y los que no, pues singularmente no alcanzarán notable ascenso, que no sea el mismo que lograron en proceso, todos los pobres que creyeron, haber logrado un cielo y nada de eso, eran solo abrojos de brillantes soles o espejismos de la nada en girasoles, flores que mueren prontamente, como la ilusión que se labra sobre ambiciones.- El mayor tesoro que tiene el hombre, es su generosidad para con el prójimo, pues aquel que ayuda al débil, caído o desvalido, de cierto que Dios le dará el mil por uno, pero tiene que ser de corazón abierto.- Venturoso el que piensa en compartir su pan, con aquel que hambre tiene, su alegría con el sufre o entristece, pues si pena alguna le aflige, extrañamente una mano firme, llegará en tan lamentable trance, a remediarle todas sus heridas, sus dolencias y flagelos, pareciéndole inexplicable el hecho.- Benditos los hombres que no escuchan a los necios ni les importan sus burlas ni que los señalen de muchas formas ofensivas, por ejercer la justicia, la paz, la unidad y el diálogo para todo entendimiento, pues por más que el mundo se haga mil pedazos, los abismos se presenten aterradores como para acabar con todo en un instante o parezcan los cielos acecharle, mentira eso no puede ser, pues el ser que a sido bueno, jamás será abandonado por Aquel que lo mira desde el siempre con sumo celo desde el vientre.- Pues si los hombres usarán de una semilla de sus bondades para cambiar los orbes, cooperando en centavos para hacerlo, entre todos desaparecerían los pobres, las oportunidades serían como las estrellas, las hermandades naturales, las dolencias y soledades, serían cosas desconocidas y aún las más terribles enfermedades, saldrían volando a las enormes cualidades extendidas.- No es difícil ser una gran familia universal, si lo deseamos, no es imposible tendernos las manos como hermanos, nada pero absolutamente nada a la capacidad excepcional que posee el hombre en infinito, sólo bastará con que nos acerquemos un poquito, y cada vez más y más, hasta que al aprender a tratarnos, veamos lo mucho que en verdad nos amamos.- Para poder contemplar con asombro en gozo inagotable, la presencia de Dios entre nosotros, sueño por demás el mas hermoso, el mas divino, acariciado y deseado, para que estemos como humanos, en perfecta armonía a la primorosa Luz del más Amado.¡¡¡Oh, Padre y Señor sin principios ni finales, ilumina mis eras, no quiero que perezcan, pues si los hombres reaccionan antes de los últimos instantes, sé que reivindicarás nuestros errores, a Ti me apego o Dulce Hacedor de los mortales¡¡¡.-

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Miércoles 4 de Agosto del 2010